Ayer estuvimos en el impresionante karst de Larra, una maravilla de la naturaleza que tenemos a apenas dos horas de casa. Durante el invierno la nieve lo oculta, pero en verano este reino de lo austero se nos muestra en todo su esplendor. Durante casi siete horas y media Nerea y yo recorreremos sus entrañas. Ademas enlazaremos dos de sus cimas mas emblematicas, La Countende y por supuesto, el Anie.
Separados por poco mas de hora y cuarto de marcha, vivimos el contraste de la soledad mas absoluta en la primera cima con el agobio de la multitud en el Anie, a veces pienso cuan poco originales somos los montañeros.
El calor y lo atormentado del terreno hicieron que fuera una jornada verdaderamente dura, sin duda un suplicio para los pies, pero un deleite para los ojos; un pequeño audivisual no hace honor al lugar, pero espero que os guste, acompañarnos a Tom Petty( el que suena), a Nerea y a mi hasta el interior de Larra.
Salud y montaña.
Separados por poco mas de hora y cuarto de marcha, vivimos el contraste de la soledad mas absoluta en la primera cima con el agobio de la multitud en el Anie, a veces pienso cuan poco originales somos los montañeros.
El calor y lo atormentado del terreno hicieron que fuera una jornada verdaderamente dura, sin duda un suplicio para los pies, pero un deleite para los ojos; un pequeño audivisual no hace honor al lugar, pero espero que os guste, acompañarnos a Tom Petty( el que suena), a Nerea y a mi hasta el interior de Larra.
Salud y montaña.
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